Historia de Naggrung

De Eireapedia
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La Primera Era - El Nacimiento y la Atadura

La creación

Y en un principio solo estuvo Osucaru en los mares de Eirea. Lugares poco adecuados para la creación debido a su caótica sustancia acuática. Y por ello, Osucaru estuvo solo en su creación de los peces del mar.

Y luego decidió crear seres anfíbios, y con ellos las islas que pueblan el Oceano. De entre ellas destacó una. Eradia

Y para su beneplácito se creó un islote para su trono. Un trono de dos montañas gemelas, Amonlaiven y Amonmuil, en el lejano islote de Naggrung, que significa Trono del Mar, en la lengua de los Antiguos.

Los demonios de Naggrung

No por envidia, sino por diversión, viendo las creaciones de Astaroth, decidió crearse su propia corte de aberraciones. Plagiando prácticamente a cada uno de sus hermanos, logró crear un diverso vergel de seres deformes sin apenas inteligencia y con unas espectativas de supervivencia bastante pobres dado el terreno donde nacen. Para paliar ésto último, hizo un esfuerzo en levantar un poco más de tierra sobre el mar, ampliando la isla a lo que casi podría considerarse un continente aparte ya. Los seres creados lucharon entre si y llegaron a mezclarse diversificando aún más su potencial, divirtiendo con ello a su creador.

De entre todos los seres, uno destacó entre ellos, llamando la atención de Osucaru. Izgraull el terrible. Una criatura capaz de crear y destruir por igual. Titán entre los demonios creados, su mayor creación fue un bosque casi tan grande como las montañas, y coronando éstas como si fuera un extenso brezal. Osucaru, al ver la creación de su ahijado, destruyó la montaña de Amonlaiven, seccionando con ello el frondoso bosque. La montaña pasó a formar parte de la isla en forma de una extensa cordillera donde antes había agua. Mientras, el despedazado bosque cayó alrededor de la montaña Amonmuil, plantando las semillas de lo que luego serían los frondosos bosques de la isla. Luego de ello, Osucaru acogió a Izgraull en su seno como su propio paladín.

Pasado el tiempo, algunos de los pocos demonios con capacidad cognitiva empezaron a establecer su propia religion para con los dos alzados. E incluso la propia naturaleza que arraigaba en el lugar llegó a adorar su reinado.

La aportación de Osucaru

Osucaru, en un momento de inspiración sin igual, decidió otorgar a los seres de Dalaensar con un regalo poco común. El arte de la música. Creó el arpa y decidió regalarla a los hijos de Amarth. Con éste inesperado legado que dejó en Eirea, decidió inmiscuirse por fin en las disputas de sus hermanos, dejándo tras de sí su trono a merced de su paladín, con el cual estableció un enlace mental para poder seguir en contacto directo con los quehaceres de su reino oceánico. Pero también le otorgó una maldición. No podría salir nunca de la isla, ya que la isla y el son uno desde entonces y hasta el fin de los tiempos. Es por ello que, a partir de entonces, Izgraull reina desde Naggrung sobre las criaturas de Osucaru.

La llegada de los Gnolls

Curiosa fue la llegada de éstos seres desde Dalaensar, ya que fueron enviados más como desidia que no como castigo por Osucaru, el cual encontró dicho poblado en el camino de sus recien creados Halflings. Transportó el pueblo entero, y la fatalidad hizo que aparecieron cerco de donde habitan los Gigantes más estúpidos de toda Eirea. Los Gigantes de los Hielos. Fue tal la conmoción producida por la repentina aparición de lo que ellos consideraban otra fuente de comida, que la atroz lucha que se dió a cabo desprendió parte de los muros helados que delimitaban las fronteras de los Gigantes con el resto de Naggrung, eliminando todo posible acceso al exterior de los Gnolls, los cuales aprendieron a combatir y a mantener a raya a tan peligrosa raza.

La Desaparición de Osucaru

Fue durante la Guerra de los Dioses, que, viendo que el mundo podía acercarse a la aniquilación debido a su falta de equilibrio, que Osucaru decidió abandonar la dimensión de Eirea, posiblemente, por siempre jamás. Dejando un gran legado tras de sí como fueron Paris e Izgraull. Ese día, llovió lava en Naggrung y un espantoso sonido entre llantos de bebé y graznidos de urracas se oyeron por toda Eirea en señal de la trizteza de Izgraull por su amo perdido.

La Segunda Era - El Descubrimiento y su Crecimiento

Visitantes de la Suboscuridad

Poco se sabe de la leyenda del rey Gnomo, sólo por especulaciones y murmullos antiguos podemos llegar a discernir parte de la verdad. Pero lo cierto es que Naggrung fue nuevamente invadida por seres del viejo continente. Ésta vez, venidos por la suboscuridad en un momento de crisis. La historia revela que una ingente cantidad de fugitivos de los despiadados drow irrumpieron un dia en la isla, liderados por un pequeño Gnomo bastante inquieto. Las leyendas no cuentan cómo consiguió ése pequeño ser rescatar a varias familias de enano, humanos y un sinfín de otras razas de las garras de Lloth y Valkar. Lo cierto es que cuando irrumpieron en la isla, llamaron la atención de su protector Izgraull, el cual, más por curiosidad que otra cosa, protegió a los fugitivos de los ataques provenientes de la suboscuridad. Se dice que dicho Gnomo entabló amistad directa con el propio Izgraull, el cual parece ser la única fuente fiable de lo que pasó realmente bajo el subsuelo. Se dice que en dias de mal humor, Izgraull recuerda la azaña de su pequeño amigo para divertirse.

Las familias enanas, dada la imposibilidad de volver a su territorio natal, se establecieron en el sur de la isla. Mientras, las humanas se expandieron por el este de la isla. El oeste y el norte fueron el baluarte para el otro grupo de razas salidas del averno de la suboscuridad. El Rey Gnomo se quedó con ellos como lider de la diversidad, y mientras el vivió, prosperaron en sus territorios, conviviendo a su vez con los demonios de la isla, los cuales los trataron de igual modo que si fueran otros demonios de Izgraull. Con respeto pero sin compasión.

El tiempo de la segunda era evolucionó e hizo que las cuatro facciones (Gnolls, Enanos, Humanos y el Reino del Gnomo), aprendieran a adorar a Izgraull como benefactor, pues era el único que parecía aceptar las plegarias de los fieles en la isla, aunque fuera de manera impetuosa e inesperada.

Los Elfos. El Nacimiento del comercio

El ataque a Tearolin, la ciudad elfa de Dalaensar, por parte de la Tarasca y los Kuo-toa, hizo que ésta acabara totalmente destruida, en parte bajo las aguas. Ésto genero un éxodo obligatorio a través del mar por parte de los elfos que habitaban la parte sumergida de la ciudad. En la prolongación del viaje, llegaron a las cercanias de Naggrung, en donde fueron descubiertos por Izgraull. Éste, emocionado, decidió enviarles una pequeña bienvenida en forma de Roc, el cual atacó los botes de los elfos con tesón. Izgraull, viendo que se había equivocado, decidió ayudarles transformando en el proceso a la mitad de la población elfa en elfos acuáticos, o tritones, los cuales ayudaron a sus primos a llegar a las costas sanos y salvos. Viendo el potencial que tenía la zona donde habían naufragado, los elfos se adentraron en lo que ahora llamamos el Bosque de Cristal para reconstruir sus hogares, y establecieron una base portuaria en los acantilados, lejos del peligro del roc, con tal de mantener el contacto con sus recien descubiertos primos. Todo ello confluyó a un comercio interisleño entre los elfos de Dalaensar y los de Naggrung, a través de los tritones.

El comercio inicial entre los elfos, acabó ampliándose a un comercio mucho más extenso y estable cuando descubrieron que en la isla también contaban con maestros enanos con los que negociar, y un peculiar reino de humanos hacia el este que parecía estar creciendo.

El Sueño

Es en éstos momentos, antes de que llegara el Cataclismo, que Izgraull decidió dormirse para saber qué era soñar. Muchos Teologos estipulan que podría haber significado una señal de enorme importancia para Oskuro para decidirse a mostrar por fin sus cartas. Ya que el no tener la oposición directa de otra deidad podía ayudarle en su conquista final. Pero para Naggrung, ajeno a las visicitudes del continente, repercutió de forma muy negativa todo esto. Las heladas aumentaron salvajemente, provocando un frio que no puede compararse en toda Eirea, y matando con ello a infinidad de seres en la isla. Además, muchos de los rezos dejaron de surtir efecto, ya que la conciencia de Izgraull estaba viajando por otros mundos desde aquel momento.

Es aquí, donde el asentamiento humano, ya importante de por sí, ganó más terreno en la isla, ya que su capacidad de adaptación como especie les vino de perlas para ingeniarselas tanto en supervivencia como comercialmente. Su comercialización de pieles les dió el punto que les faltaba para convertirse en indispensables para los elfos y los enanos, y empezaron a enriquecerse.

El Cataclismo

Un reino humano comparable con Dendara se establecía en estos dias por la isla de Naggrung. Tenia ya sus propias rutas comerciales portuarias en Bhenin. Su Rey, Agnur I había oido lo que estaba pasando en Dalaensar. Era uno de los pocos seres de la isla que sabía que pasaba, gracias a sus informadores espias. Compadecido por la suerte de los habitantes del resto de Eirea, pero sabedor de que no podía hacer demasiado por ellos sin poner en peligro la seguridad de su propio Reino, envió un mensajero para salvar al menos a los más eminentes y evitar que el sufrimiento de la gente fuese en vano.

El mensaje venido de Naggrung, se propagó rápidamente en Dalaensar, cuyas confusas gentes, sin distinción de raza o religión, iniciaron su éxodo a las playas de Zumelzu, lugar estipulado para el encuentro con los barcos del gran Rey Agnur, el Salvador.

Agnur I no recibió de buen grado el regreso de su mensajero, pues las nuevas que traía no le eran gratas. Miles de personas se habían congregado en Zumelzu en espera de la ayuda de Naggrung. No podría salvarlos a todos y los que salvase aumentarían el número de bocas que alimentar. Cruel pero necesario para su reino, decidió no cambiar sus planes, y sólo tres galeones salieron del Puerto de Bhenin para ayudar a los desgraciados.

En las playas de Zumelzu tenía lugar una sangrienta batalla cuando los mares se agitaron. Aokromes, un poderoso inmortal que había decidido acompañar a los supervivientes de Dalaensar en su éxodo hacia Naggrung detuvo la lucha en un intento de establecer un orden pacífico que pudieran ver los navíos. No sirvió de nada, pues los barcos de Naggrung habían sido tragados por un inmenso tsunami que avanzaba hacia la costa. Hubo gritos, llantos y ofensas a los dioses por la destrucción que habían desatado, pero ninguna de todas aquellas personas intentó huir. La monstruosa ola se los tragó a todos.

La Tercera Era - Las Calamidades

Años 1-51

Las consecuencias del Cataclismo son mínimas en la isla de Naggrung debido a su relativa lejanía del continente y a su aislamiento de las intrigas del mundo.

Poquísimas noticias son las que llegan de tierra firme y aun menos las que permiten las Autoridades divulgar. La población general de Naggrung ignora prácticamente todo lo ocurrido en el resto de los Reinos: devastación, hambre, desconcierto...

El Rey Agnur teme que unos reinos arrasados y hambrientos oigan hablar del esplendor que aun conserva Naggrung y decidan atacararlos atraídos por la naturaleza pacifica de la isla. El comercio con el continente es prohibido y todos los barcos vigilados por funcionarios reales. Bhenin es literalmente ocupada por la Guardia Real. Los poderes de los clerigos disminuyen hasta casi desvanecerse lo que crea gran confusión y desconcierto. Los que conservan mas intactas sus facultades se congregan en el templo de la Montaña Solitaria para estar mas cerca de los cielos e implorar a su dios. Los elfos se agitan en el norte. Temen algo, lo presienten sus corazones y desde entonces nunca volvieron a vivir sosegados y en paz hasta el día en que fueron arrasados. Al sur, los enanos excavan cada vez mas profundo. Un anhelo por llegar hondo, tan hondo que nadie jamás pueda encontrarlos parece hacer presa de todos ellos. La ampliación de sus ciudades subterráneas es constante y a un ritmo trepidante.

Durante 51 años nada se supo de lo que acontecía en Dalaensar, pero el sentimiento de temor fue haciendose hueco poco a poco en las gentes, y cada vez con mas frecuencia miraban hacia el norte, esperando.

Años 51-63 (final de la Primera Epidemia)

En el año 51 de la Tercera Edad un barco, procedente de Dalaensar, llega a las costas de la ciudad portuaria de Bhenin y cambia la historia de la isla para siempre.

Los tripulantes, una familia de pescadores, viendo próxima la muerte debido a la peste, embarcan en su viejo barco de pesca y parten rumbo a lo desconocido en un intento desesperado de huir de la epidemia. El destino sopla su vela y los lleva al puerto de Bhenin, en el extremo sudeste de la isla. Las noticias que traen conmueven a las gentes de Naggrung, que nada sabían, y un sentimiento de solidaridad empieza a crecer en sus almas. Sienten que algo deben hacer para socorrer a los necesitados.

El joven Rey Agnur II, que llevaba apenas cuatro o cinco años de reinado debido al fallecimiento de su padre en circunstancias poco claras, hace traer a la familia de pescadores a Palacio, con la promesa de que serán atendidos y curados de su mal. Cuando se descubre que todos menos el hijo menor, Adrafael, de tan solo 2 años, estan contagiados, son secretamente encerrados en lo mas profundo del castillo para ser estudiados. Y allí mueren 5 años después sin jamás volver a ver la luz del sol. El Rey Agnur II ve como el descontento de su pueblo crece y decide hacer apariciones en público con Adrafael para ganarse la simpatía de los suyos, manteniendo de esta forma la mentira de que su familia está sana y salva en palacio.

Sin embargo la muerte de la familia de Adrafael no es en vano, pues durante los 5 años que vivieron, su estudio permite a clerigos de la Montaña Solitaria, los mas expertos en las artes de curación de toda la isla, obtener una cura para la plaga, que sin embargo, debido a lo avanzado de su enfermedad no permite salvarlos a ellos.

En el año 57, decenas de pocimas con la cura son llevadas en barco al continente desde el puerto de Bhenin, y distribuidas entre los clerigos mas sabios junto con la receta para fabricarlas, lo que hizo que esta ciudad pasase a ser conocida como "Bhenin la Milagrosa" en todo Dalaensar.

Todo el que bajó a tierra a distribuir las pociones fue asesinado a traición por orden del Rey antes de que pudiera volver a subir al barco, pues no podia correrse el riesgo de traer la peste a la isla.. Pero de esto nada se supo. Y asi, gracias a la intervención de Naggrung, la peste es erradicada de los Reinos.

La popularidad de Agnur II crece entre su pueblo que lo ve como un heroe y un gran sabio. Sus apariciones con Adrafael, al principio mera burla política se hacen cada vez mas frecuentes. El niño acompaña al Rey en todas sus salidas, y éste le coge sin darse cuenta un gran cariño.

Años 64-93 (Los años de tranquilidad)

En el año 64, Adrafael, el huérfano llegado por mar huyendo de la peste, cumple 15 años y el Rey lo adopta como su hijo y heredero al trono de Naggrung. El pueblo ama al joven príncipe y todos lo ven con buenos ojos. O casi todos. El hijo del hermano de Agnur I, Delkos, hierve de furia al ver frustrado su acceso al trono. Siguiendo la linea sucesoria él deberia ser el heredero, y no Adrafael.

Algunos en la corte piensan lo mismo y estalla la disputa. Por un lado los seguidores de Delkos, que son pocos pero peligrosos y dispuestos a todo, y por otro el pueblo en su totalidad y los seguidores del Rey en la corte. Para alejar al joven principe de las turbulencias de palacio, Agnur II envia a Adrafael al norte, a vivir unos años entre los elfos en la Costa de los Truenos, donde su sabiduría milenaria forjará un corazón sabio y valiente en el muchacho.

El Rey Agnur II no puede permitir que se cuestione su autoridad y advierte a Delkos que jure obediencia al principe Adrafael o se marche lejos para siempre. Delkos reune a su gente, reniega del Rey y de Naggrung mientras ocupe el trono alguien de sangre plebeya y jura que jamás un seguidor de un pescador pondrá un pie en sus tierras. Asi que marchan muy al sur donde se establecen tras las Cordilleras Del Sur, creando el autoproclamado Reino de Delkos. El Rey ordena la vigilancia del paso de las Cordilleras, pero deja a Delkos marchar y vivir en paz para evitar una guerra civil.

Paralelamente a todo esto la isla florece dia a dia. Se reestablece ligeramente el comercio con el continente dadas las necesidades de Naggrung y la buena fama obtenida por su puerto comercial en el continente. Naggrung exporta básicamente comida e importa minerales, excasos en la isla. En esta época las ciudades de Bhenin y Rekins'thar cobran gran importancia. Bhenin se yergue como el punto de comunicación casi único entre Naggrung y Dalaensar. Todos los barcos que vengan del continente tienen que entrar al pueto de Bhenin la Milagrosa, desde donde se distribuyen los bienes a toda Naggrung. Esto deja grandes ganancias en la ciudad, la riqueza aumenta y el oro corre por sus calles atestadas de mercaderes y oportunistas.

De esta manera, Bhenin pasó a ser un gran centro de cultura dentro de la isla gracias a los intercambios comerciales y la gran afluencia de visitantes, unos buscando su propio enriquecimiento, otros por mero placer, e incluso algunas personas provenientes de Dalaensar, simplemente por divisar la famosa ciudad desde la que salio la cura salvadora del viejo mundo. Rekins'thar por su parte, es la principal ciudad cosechadora, con lo cual casi toda la comida exportada proviene de sus campos. El dinero no llega a Rekins'thar en grandes cantidades, pero si lo suficiente para poder vivir bastante acomodadamente. Muchos habitantes deseosos de una vida apartada, tranquila y cómoda en el campo se mudan a Rekins'thar.

Años 94-117 (Segunda Epidemia)

La peste llega a la isla traida por el creciente comercio. El golpe es inmediato y devastador. Mucho peor que en el continente. Las gentes de Naggrung no habian sufrido la primera epidemia y no estaban preparados para ello. Asi pues en apenas dos años la epidemia se propaga por toda la isla. El anciano Rey Agnur II cae enfermo y muere. Su único hijo Adrafael de 47 años toma el mando, aunque desde hacía 20 años gobernaba ya la isla debido a la avanzada edad de su padre. El príncipe Adrafael sube al trono bajo el nombre de Agnur III, recordado por siempre como El Justo.

La ciudad de Bhenin pasa de su gran auge comercial a su peor época. Por la llegada de la peste a causa del comercio, el famoso puerto de Bhenin se cierra al extranjero por orden real y así, tanto residentes como turistas que no han podido escapar de la isla a tiempo pero han sobrevivido a la peste, pasan por la mayor época de pobreza y miseria que esta ciudad conoció jamas, quedando sus calles atestadas de mendigos.

En el año 100, cuando la peste llevaba 6 años arrasando la isla y Agnur III tiene perdida toda esperanza de salvación para Naggrung, un extraño peregrino llega a palacio. Su nombre nunca se supo, pues jamás lo reveló pero muchos le han sido dados: Protector, Salvador, Esperanza, Enviado... El peregrino trae consigo una pocion que cura la peste. La poción es preparada en grandes cantidadas y distribuida por toda la isla. En cuestion de un par de años la peste ha sido erradicada. El Enviado se convierte en consejero de Agnur III. Sus consejos son muy preciados para el Rey y sus ideas siempre atendidas. Su sabiduría parece no tener limite, y toda pregunta encuentra siempre una respuesta en él. Y se cuenta que por las tardes, justo unos minutos antes de caer la noche, congregaba a los jóvenes, y no tan jóvenes, de la corte en un gran salón y allí contaba durante horas y horas hermosas historias de los dias antiguos, cuando el mundo aun no habia cambiado.

Esta es la época de mayor esplendor para Naggrung. Se amplian las ciudades mas importantes con nuevas maquinas inventadas por El Salvador, se mejoran los cultivos con nuevas técnicas de siembra, se agiliza el comercio con nuevos modelos de barcos...

Gracias a todo esto Bhenin alcanzará su segunda época de riqueza y la mayor en cuanto a prosperidad a lo largo de su historia, volviendo a recobrar su antiguo esplendor en un principio y superándolo con creces según pasan los años. Nadie supo nunca de donde vino El Salvador ni porqué hizo tanto por Naggrung, pero las gentes siempre le amaron y él siempre se dejó amar. En el año 116, Agnur III contrae matrimonio con una jovencísima muchacha de apenas 17 años. Mirandae, La Hermosa, a pesar de su juventud, camina con paso firme y sangre de hielo a pesar de la enorme carga de la corona de Reina que descansa sobre su cabeza. Es joven, sí, pero su mirada posee la sabiduría de milenios.

Años 117-119 (La Guerra de las Mil Lagrimas)

En el año 120 de la Tercera Edad, cuando Naggrung estaba en su máximo apogeo, cuando la Reina Mirandae traia su primer hijo al mundo a la edad de 21 años, el Infierno se desplomó de pronto sobre el corazón de la isla.

Una clara noche de verano, unos seres del caos aparecen en el cielo rasgando las nubes y los corazones de Naggrung con sus negras alas. Así empieza la Guerra de las Mil Lágrimas, como se la ha llamado desde entonces. Las primeras semanas el golpe son devastadoras. Los pacificos habitantes de Naggrung nunca habían vivido una guerra y no sabían como actuar ni como defenderse. Miles cayeron entonces. Sólo una tercera parte de la población aguanta la primera embestida y consigue reorganizarse para la defensa.

El ataque pilla por sorpresa a todos y las fuerzas estan totalmente dispersas. La ciudad enana del sudoeste de la isla, exacavada en la Cordillera Sur, es derrumbada y sus tuneles quemados con fuegos malditos. Todo arde desde la entrada hasta el corazón de la ciudad. Nadie se salva de los que estaban dentro de la ciudad organizando la defensa.

El bosque del norte de la isla, la morada de los elfos, arde durante semanas. La magia elfa nada puede contra los fuegos demoniacos que surgen del cielo y de la tierra. Unos cuantos huyen hacia el norte, al mar. Sólo ellos se salvaron.

Al este, en la Montaña Solitaria, los clerigos de dioses extinguidos no son rivales para los demonios de Seldar. Con su muerte se acaba el último reducto de culto a los antiguos dioses que quedaba en Eirea. La lujosa ciudad de Bhenin es destruida por completo junto con su famoso puerto, cortando así todo contacto y posible huida hacia Dalaensar. Bhenin pasa a ser en escasas semanas la mayor fosa común de toda la isla desde que se tiene memoria. Debido a su gran afluencia de gente y la rapidez, además de lo inesperado del demoníaco ataque, la ciudad le dio a los acólitos de Seldar sus dos primeros triunfos: la imposibilidad de huida, y un gran número e bajas en un corto periodo de tiempo.

La ciudad de Rekins'thar es el único caso de secuestro que se conoce en toda la invasión. Cuando pasó el tiempo y los supervivientes llegaron encontraron los cultivos que la rodeaban convertidos en páramos desolados y la ciudad sembrada de cadáveres chamuscados , pero todos adultos. No se encontró un solo niño entre las victimas. Solo Seldar sabe para que se llevaron los demonios a los niños. Al sur resisten el Reino de Delkos y la maravillosa ciudad magica de Khiriss y en el centro el Palacio de Agnur III se alza como el único lugar seguro de momento, y es allí donde acuden los supervivientes de cada región.

El Rey pide ayuda a Delkos y a Komrud, el regente del cónclave de Khiriss. La respuesta no se hace esperar. Komrud envía sus mas sinceras lamentaciones pero Khiriss se encuentra en grave peligro y ningun hombre con fuerzas para defender la ciudad puede abandonarla. El Reino de Delkos envía un solo hombre, a su Rey. Delkos explica que su Reino está mortalmente herido y que el prefiere morir defendiendo el palacio que en unas aldeas barbaras junto al mar.

Asi pues, Delkos jura lealtad a Agnur III y en poco tiempo se gana su confianza. El Rey, necesitado de aliados y ciertamente convencido de la lealtad de Delkos lo nombra General de sus Ejercitos en poco tiempo. El Salvador que en todo momento había permanecido junto al Rey, le anuncia que su tiempo en la isla ha terminado y que debe marcharse. Pero antes de irse hace al Rey esta advertencia: "Cuidate de en los que mas confias, pues de ellos vendrá el daño más inesperado". Pero con la agitación de la guerra, Agnur III olvidó estas palabras y esa fue su perdición. Durante meses el castillo fue defendido con sangre, sudor y lágrimas. Y la guerra parecia que nunca llegaría a su fin. Nadie se destacaba como posible vencedor.

El Reino de Delkos fue arrasado y sus supervivientes se refugiaron en las cuevas de la Cordillera Sur, donde encontraron a los unicos enanos que aun quedaban vivos en la isla, y allí se escondieron juntos durante años.

Y llegó el dia en que el destino de Naggrung quedaría sellado para siempre. Porque una noche clara de luna llena, hermana de la que vió al primer ser alado surcar los cielos en la isla, el mas grande de los Demonios conocidos apareció surcando las nubes.

La batalla se paralizó bruscamente y una risa de triunfo recorrió las entrañas de la tierra. Los corazones de los hombres se hundieron y ya lo lucharon mas. Poco a poco, una tras otra las puertas de la ciudad fueron cayendo ante el avance sin tregua del Lugarteniente de Seldar, el Demonio Anacram. Y en cada puerta, Delkos luchaba e instigaba valor en sus hombres. Pero uno tras otro sus hombre iban cayendo. Y cada vez habia menos puertas, y menos hombres.

Y sucedió que cuando Delkos cruzó la ultima puerta y la atrancó ya no habia mas soldado junto a el, pues había llegado a la cámara del Rey, donde solo se encontraban Agnur, Mirandae y su bebé recien nacido.

- Ya no hay mas puertas Delkos - dijo Agnur.

- Pues entonces aquí es donde todos moriremos.
Un golpé sordo atronó en la puerta.
- Sólo quedais vosotros. - rió la demoniaca voz de Anacram. - Mi querido Rey Agnur, tu Reino está destruido. La voluntad de Seldar se hace siempre.

- ¡Rápido! - era Mirandae quien hablaba. - Tengo venid aquí, ¡creo que aun nos queda una posibilidad!

La Reina explicó su plan a los dos hombres. Delkos se colocaría frente a la puerta y Agnur junto a la pared, escondido. Anacram entraría y se lanzaría contra Delkos, en ese momento Agnur saltaría sobre él inmovilizándolo por la espalda y Mirandae le clavaría su puñal al demonio en la garganta, un puñal que estaba imbuido de magia blanca y ni tan siquiera el fuego del infierno podia derretirlo.

Era un plan desesperado, pero ya no les quedaba mas por hacer. Asi que lo dispusieron todo y aguardaron. Anacram se recreaba en su victoria dejando sufrir a los que ahora eran prisioneros en su propio castillo. Nada ocurría. El silencio mas absoluto se hizo en la sala y nada se oia fuera. Los minutos pasaban, los nervios se crispaban y las dudas estallaban. ¿Se habrían marchado los demonios? ¿Porqué no entraba Anacram y los arrasaba? Pero el Demonio no se hizo esperar mucho tiempo. De improvisto la cerradura estalló, la puerta se abrió de golpe y Anacram entró como un torbellino en la habitación, derecho hacia Delkos. Surgiendo de las sombras Agnur cayó sobre él tomándolo totalmente por sorpresa. Delkos soltó su espada y agarró los brazos del Demonio mientras Agnur lo sujetaba por la espalda.

Pero el amor a un hijo es un impulso ciego para una madre. Mirandae en lugar de correr hacia Anacram, cogió a su hijo de tres años en brazos y huyó hacia la puerta, la cruzó, la cerró e incrustó la hoja de su puñal entre la puerta y el marco, sellando mágicamente la habitación. La traición de Mirandae rompió el corazón de Agnur, que, abatido, cayó al suelo herido de muerte en el alma y recordando de pronto las palabras de El Salvador. Delkos recogió su espada y defendió él solo a su Rey contra Anacram. La lucha fue breve, Delkos combatió como un valiente, y murió como un héroe.

La Reina corría todo lo que podía para escapar hacia el bosque, pero el castillo estaba poblado de demonios y aunque Mirandae conocía sus pasadizos y rincones ocultos no pudo llegar muy lejos. La apresaron y le arrancaron al niño de las manos. Su traición fue en vano y la vergüenza fue el último sentimiento que reinó en su alma, mientras una voz ronca y que era como el bramar del océano surgia de la torre del castillo proclamando:

- Ya es tuya mi Señor.

Años 119-123 (la última ciudad)

Pero Anacram se equivocaba, pues Naggrung no estaba vencida del todo. Khiriss, la ciudad magica se mantenia en pie.

Durante 4 años el asedio a la ciudad fue total. Nada salia de ella ni nada entraba. Pero la magia de Khiriss era muy poderosa y los demonios no conseguían nada salvo mantener a los magos encerrados en ella.

En el año 123 Anacram se presento en persona ante las puertas de la ciudad como hiciera 5 años antes ante el palacio ahora destruido de Agnur III y desafió al mas poderoso de los magos de Khiriss a un combate singular por la posesión de la ciudad. Y allí plantado esperó dos dias y dos noches. Y al alba del tercer dia Komrud salió al encuentro del demonio.

La lucha duró varios dias, durante los cuales los alrededores de la ciudad quedaron arrasados por el fabuloso choque de poderes. Una gigantesca grieta se abrió en la tierra tan cerca de la ciudad que ahora Khiriss pendia de un abismo insondable. Finalmente Anacram venció al mago, pues aunque poderoso seguía siendo un mortal. Sin embargo el demonio quedó muy gravemente herido y totalmente agotado. Asi que Anacram abandonó Naggrung y se retiró al plano inmortal a descansar y curarse las heridas y el ego. El resto de demonios, temerosos del poder inmenso de Khiriss decidieron fundir la piedra que sustentaba la ciudad en un intento de enviarla al fondo de la grieta que se había formado, pero gracias a las protecciones magicas la ciudad descendió lentamente y se posó en el fondo de la grieta donde los demonios no tenian forma de atacarla, y pasando esta a ser conocida como La Grieta del Duelo.

Así los seres del infierno dieron de lado a Khiriss, quedando esta abandonada en el fondo del la dicha grieta donde permanece hasta nuestros dias.

Años 123-157 (La espera)

Durante 34 años la isla permaneció prácticamente tal y como la dejó la guerra. La mayoria de los supervivientes permanecieron escondidos sin atreverse a dar la cara por temor a nuevos ataques. Pero los servidores de Seldar ya habian cumplido su misión, que no era de conquista sino de búsqueda. Un búsqueda frustrada que no habia obtenido mas resultado que miles de muertos. Asi que los demonios permanecieron en el castillo y sus alrededores pero no se extendieron por el resto de la isla. Salvo hacia el oeste. Pues en el oeste se levantó un templo. Un templo maravilloso y terrible, creado por magia negra. Un templo bellísimo creado para la adoración de Seldar. Y al frente del templo se colocó al mas diestro de los Sacerdotes Negros que había en la isla. Al temido Ankhalas de tan solo 17 años. Ankhalas a pesar de su juventud, camina con paso firme y sangre de hielo. Es joven si, pero su mirada posee la sabiduría de milenios, pues ya la poseía la de su madre, la Reina Mirandae.

Junto con esto hay que destacar la salida de los pocos elfos supervivientes de sus refugios a causa de una reyerta entre un pequeño grupo de humanos y demonios justo encima de sus refugios.

Solo consiguieron salvar a un joven cuya historia sera contada en otro momento, pero decididos a que las cosas no podian seguir asi, y haciendo gala de la valentía de los elfos, comienzan la construcción de un poblado en el único sitio donde se sentían algo a salvo en toda la isla: en pleno acantilado. Basaron su construcción en casa colgantes, estructuras de madera ancladas a los acantilados y con acceso a sus cuevas. El joven, a pesar de las reticencias el lider de los elfo es aceptado en el pueblo como uno mas gracias al cariño que la hija del lider le profesaba. Se le dio el nombre de Jinng ya que después de su recuperación no volvio a pronunciar palabra alguna durante un largo periodo de tiempo, aunque en el futuro se le conocería por diversos nombres.

Años 157-182 (El Resurgimiento)

El resto de supervivientes, alentados por 34 años de paz deciden salir de sus escondites y rehacer sus vidas y sus ciudades.

Los pocos elfos supervivientes malviven al norte en su ciudad de casas flotantes ya totalmente terminada y establecida en la Costa de los Truenos, desde alli los elfos pueden pescar y de eso viven en su mayoria.

Jinng crecio y llego a ser uno de los mayores guerreros dentro de la guardia del pueblo, pero debido a ciertas diferencias con Yowyn se vio obligado a abandonar la ciudad, junto con la unica persona que le apoyo y se puso de su parte: Shirmale, hija del lider Yowyn. Ademas aun se mantiene el enigma de que, por alguna extraña razón, una vez que Jinng alcanzo los veinte años, estos seguían pasando.. pero parece que por el no.

Al sur, el Reino de Delkos fue totalmente arrasado, los pocos supervivientes, sin lideres ni leyes firmes en que apoyarse vuelven lentamente a un estado de absolutismo y barbarie. La ley del mas fuerte impera en estas tierras y las luchas por la escasa comida estan al orden del dia.

En el continente, aunque tarde, la noticia de la conquista de Naggrung llega a oidos de todos. Y unos Reinos que resurgían lentamente de sus cenizas, con los recursos bajo minimos, deciden aprovecharse de la situación. En el año 150 se establece que todo criminal en lugar de ser encarcelado será enviado en barco a la demoníaca isla de Naggrung y abandonado a su suerte para siempre.

De modo que durante 25 años, ladrones y asesinos fueron llevados desde todos los rincones de Dalaensar hasta Naggrung a través de la unica ruta conocida, hasta las ruinas del antiguo puerto de Bhenin. Alli fue donde los hombres fueron acumulándose y con el paso de los años parte de la ciudad fue reconstruida como buenamente podían, viéndose obligados a unirse y colaborar si querían sobrevivir a los salvajes demonios de Naggrung. Asi ocurrio que la antigua ciudad de Bhenin fue resurgiendo, pero decididos a dejar claro que no tenían nada que ver con ella, sus habitantes decidieron bautizar su propia obra con el nombre de Keel, pasando a ser conocida en el resto de los reinos como Keel, la Ciudad Sin Ley. Pero leyes habia, y muy peligrosas por cierto.

En Keel una sociedad fue formándose con sus propias leyes y mandatarios a través de la basica ley del mas fuerte que la propia naturaleza les dio. Entre dichas ruinas cuenta la leyenda que mil tesoros aun quedaban de Bhenin la Milagrosa pero eso nunca se ha confirmado.

Años 182 - 200

Desde hace 18 años ya no se envían presos a Keel. Algo ocurrio en la ciudad. Pasó a ser plenamente autonoma y no recibe ordenes de nadie, mas bien las da. Un lider se alzo entre todos ellos con fuerza y autoridad, y se dice que el lider que instauro su ley en la llamada Ciudad sin Ley es un hombre poderoso pero también tenebroso, del que las sombras y los callejones oscuros susurran que el paso del tiempo no tiene autoridad sobre el y que el hecho de que solo cuente con un brazo han hecho que este sea duro y resistente como el acero, pero mas despiadado aun si cabe.

Keel ha pasado a ser una parada obligada para los contrabandistas y piratas del continente pero nadie ha osado hasta ahora intentar cambiar eso. De esta manera el primer puerto de Naggrung ha recuperado su importancia cubierto de una oscuridad penetrante sobre lo que antaño fue. La ruta marítima conocida en la antigüedad como "El paso hacia la salvación" ha pasado a denominarse "El llameante camino hacia el infierno", pero a su vez es un peligro necesario si se quiere llegar a la isla con posibilidades de sobrevivir.

Naggrung se ha convertido en un lugar de adoración a Seldar expecto en unos pequeños reductos, y en una muestra de lo que Su ira puede hacer en el mundo de los vivos. El Templo de Ankhalas es considerado la mayor obra de Adoración a Seldar en los Reinos, y miles de fieles y peregrinos lo visitan continuamente. Aunque a Ankhalas hace años que nadie le ve.

El Palacio sigue dominado por los demonios y ningun ser vivo entra o sale sin permiso. Solo la ciudad magica de Khiriss recuerda ahora la antigua Naggrung, un lugar de paz y prosperidad, que ya nunca jamás volverá. Y solo el poblado colgante de Yowyn permanece junto a Khiriss con la intención de devolver a luz a la oscura isla.

De esta manera tanto la luz como la oscuridad esperan intentando que Keel se pronuncie a su favor.



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