Revuelta de Takome

Se conoce como Revuelta de Takome al suceso acaecido al atardecer del día 13 de Shuyled del año 205, cuando el pueblo se alzó en armas contra el temible consejo de nobles de Takome.

Situación previa

El consejo de nobles impuso su voluntad al rey y a la ciudad durante más de un siglo y medio apoyandose en su dominio del comercio y el ejército. Estos años serán tristemente recordados como una de las épocas más decadentes y oscuras de Takome. Los opositores al consejo erán decapitados públicamente en la Plaza de Ejecuciones como ejemplo y la mayor parte de la población vivía sumida en la pobreza.

Sin embargo la ejecución de tres disidentes durante el decimotercer día de Shuleyd acusados injustamente de un asesinato que no cometieron ha sido la gota que colma el vaso. Con el apoyo de los Paladines de Eralie, el Rey Elder I de Takome ha llamado a las armas a sus subditos y a todos los miembros de las fuerzas del bien invocando las antiguas alianzas los unían con la ciudad.

Desarrollo de la revuelta

A lo largo de la tarde y parte de la noche una terrible batalla se desarrolló por las calles de Takome entre los ejércitos que apoyaban a los miembros del consejo (en su mayoría mercenarios de otras tierras) y la dispar fuerza que se unió en torno al estandarte del Rey Elder I. Poco antes del amanecer, tras hacerse con el control de la ciudad, se inició el asalto final al Alcázar Real, donde se refugiaron los nobles con su guardia de élite y un puñado de guerreros que permaneció fieles hasta el final.

El asalto al Alcázar fue aún más cruento que la batalla en las calles pero finálmente se derrotó al ejercito de mercenarios y los consejeros fueron hechos prisioneros. Esa misma noche fueron sometidos a jucio y condenados a recibir el mismo castigo al que tan inhumanamente habían sometido a cientos de inocentes.

Con las primeras luces del alba fueron decapitados en la Plaza de Ejecuciones.

Muchos hombres valerosos dieron su vida por la ciudad, y cuando todo se terminó fueron honrados haciendo haciendo que su sacrificio no fuese en vano, devolviendo a Takome al lugar que le corresponde.