Historia de Golthur

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La Primera Era

El dominio de Golthur Orod, junto con su fortaleza homónima, no existió como tal hasta mediados de la Primera Era.

El terreno que ocupan hoy en día era antaño un bosque poblado por tribus élficas, conocido como el Bosque del Jabalí, ya que se encontraba ricamente poblado por estos mamíferos.

Las tribus de orcos se organizaron para atacar a los elfos que habitaban en el bosque, y tras una serie de cruentas batallas lograron aniquilarlos a todos. En el sangriento lugar de la matanza se erigió la fortaleza de Golthur Orod, también conocida como La Fortaleza Negra.

La Segunda Era

No se guardan documentos algunos sobre lo que aconteció en Golthur Orod a lo largo de la Segunda Era.

El cataclismo

No se guardan documentos algunos lo que aconteció en Golthur Orod durante el Cataclismo.

La Tercera Era

Primeros años

Quizá una de las regiones que menos sufrió los estragos del Cataclismo fue Golthur Orod. La resistente raza orca subsistió sin dificultades viendo pasar varias generaciones de señores de la guerra.

El último que ostentó dicho cargo fue Gwzardamm, descendiente más o menos directo de Akbath. A partir de entonces se comenzó con una saga de caudillos que ha sobrevivido hasta la Cuarta Era, siendo Gorbad el actual caudillo de la fortaleza.

Los caudillos rigen Golthur de una forma análoga a la de sus predecesores: masacrando a los más débiles, muchas veces sin siquiera moverse de su trono, mientras deciden qué desafortunado esclavo va ser víctima de su látigo en ese momento.

Su desafortunada falta de preocupación por todo lo ajeno derivó en el levantamiento de todos aquellos no-orcos de Golthur, especialmente de los goblins, que huyeron en los primeros años de la Tercera Era hasta la Torre Negra, donde se leventó Mor Groddûr.

Pero el cataclismo afectó de una u otra forma a la estabilidad de la región. Los días del Dragón Negro llegaban a su fin, y engendró un vástago para sucederlo. Decidido a morir, el Dragón Negro voló, como pocas veces había hecho, hacia el volcán de N'arhg, guiado por el suave murmullo de un acontecimiento que iba a cambiar radicalmente la historia de Golthur.

La enorme explosión de que surgió en las entrañas de Eirea se canalizó a través del volcán de N'argh, y se dice que ningún inmortal ha presenciado semejante detonación. Las columnas de humo mezclado con magma incandescente se elevaron durante meses en el horizonte. Y la gente asegura que se vió una figura alada descendiendo entre las columnas ígneas hacia el foco del volcán.

Las miles de toneladas de lava fueron avanzando en lengua lentamente hacia la fortaleza de Golthur, devorando los bosques que la rodeaban, y tornando de un rojo plomizo las aguas del Lago de Cristal. La majestuosidad de las murallas de Golthur condujeron la corriente de lava hacia ambos lados de la fortaleza, permitiendo que aquélla siguiera avanzando bosque adentro. Grandes incendios pusieron la guinda a la serie de catástrofes que habían sucedido.

En esos días, el cúmulo de piedra volcánica había aumentado el tamaño de las laderas del volcán, que se extienden hasta la entrada del antiguo Bosque del Jabalí. Dicho bosque quedó reducido a cenizas: la parte sur quedó completamente aniquilada y en su lugar se extiende ahora el Erial de los Condenados, rodeado por dos mesetas; la parte norte del bosque quedó reducida a árboles calcinados, lo que se conoce como el Bosque Baldío.

La sección oriental de la fortaleza, tras resistir estoicamente la embestida de la lava, quedó parcialmente sepultada.

Los planes del Dragón Negro no surtieron efecto, ya que su vástago no llegó a reinar. En su lugar, un dragón blanco, Kavaladurum, ocupó el trono en los balcones de la Torre de Obsidiana.

El Asedio de Golthur

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