Historia de Golthur

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La Primera Era

El dominio de Golthur Orod, junto con su fortaleza homónima, no existió como tal hasta mediados de la Primera Era.

El terreno que ocupan hoy en día era antaño un bosque poblado por tribus semi-nómadas de elfos conocido como el Bosque del Jabalí, ya que se encontraba ricamente poblado por estos mamíferos.

Se presume que numerosas tribus de orcos habitaban en el entramado de cuevas de la Cordillera de Bûrzum, situadas al norte del bosque actualmente conocido como Bosque de Taubûrz.

Las tribus de orcos se organizaron para atacar a los elfos que habitaban en el Bosque del Jabalí, y tras una serie de cruentas batallas lograron aniquilarlos a todos. En el sangriento lugar de la matanza se erigió la actual fortaleza de Golthur Orod, también conocida como La Fortaleza Negra.

La Segunda Era

Época de próspera expansión para los golthur-hai, convirtiéndose en uno de los principales ejes del mal junto con sus aliados de Dendara, con los que existía -según rachas- cierto respeto. La inmigración de goblins y semi-orcos (por aquel entonces casi inexistentes) y su aceptación como miembros útiles de la fortaleza ayudó mucho en ese aspecto.

El artífice de este éxito fue Akbath, Señor de Golthur Orod, alter-ego del temido Primer Dragón Negro de Golthur Orod. El advenimiento del Cataclismo vino acompañado de la huída de Akbath hacia unas islas perdidas del norte en las que —según la leyenda— habitaban dragones negros.

Numerosos refugiados el bando malo buscan cobijo en Golthur Orod durante los últimos días de la Segunda Era.

El cataclismo

No se guardan documentos algunos lo que aconteció en Golthur Orod durante el Cataclismo.

La Tercera Era

Primeros años

Quizá una de las regiones que menos sufrió los estragos del Cataclismo fue Golthur Orod. La resistente raza orca subsistió sin dificultades viendo pasar varias generaciones de señores de la guerra.

El último que ostentó el cargo de Señor de la Guerra fue Gwzardamm, descendiente más o menos directo de Akbath. A partir de entonces se comenzó con una saga de autodenonimados caudillos, siendo Glorbaugh uno de los más famosos.

Los caudillos regían Golthur Orod de una forma análoga a la de sus predecesores: masacrando a los más débiles, muchas veces sin siquiera moverse de su trono, mientras deciden qué desafortunado esclavo va ser víctima de su látigo en ese momento.

Su desafortunada falta de preocupación por todo lo ajeno derivó en el levantamiento de todos aquellos no-orcos de Golthur Orod, especialmente de los goblins, que huyeron en los primeros años de la Tercera Era hasta la Torre Negra, donde se leventó Mor Groddûr.

Pero el cataclismo afectó de una u otra forma a la estabilidad de la región. Los días del Dragón Negro llegaban a su fin, y engendró un vástago para sucederlo. Decidido a morir, el Dragón Negro voló, como pocas veces había hecho, hacia el volcán de N'argh, guiado por el suave murmullo de un acontecimiento que iba a cambiar radicalmente la historia de Golthur.

La enorme explosión de que surgió en las entrañas de Eirea se canalizó a través del volcán de N'argh, y se dice que ningún inmortal ha presenciado semejante detonación. Las columnas de humo mezclado con magma incandescente se elevaron durante meses en el horizonte. Y la gente asegura que se vió una figura alada descendiendo entre las columnas ígneas hacia el foco del volcán.

Las miles de toneladas de lava fueron avanzando en lengua lentamente hacia la fortaleza de Golthur, devorando los bosques que la rodeaban, y tornando de un rojo plomizo las aguas del Lago de Cristal. La majestuosidad de las murallas de Golthur condujeron la corriente de lava hacia ambos lados de la fortaleza, permitiendo que aquélla siguiera avanzando bosque adentro. Grandes incendios pusieron la guinda a la serie de catástrofes que habían sucedido.

En esos días, el cúmulo de piedra volcánica había aumentado el tamaño de las laderas del volcán, que se extienden hasta la entrada del antiguo Bosque del Jabalí. Dicho bosque quedó reducido a cenizas: la parte sur quedó completamente aniquilada y en su lugar se extiende ahora el Erial de los Condenados, rodeado por dos mesetas; la parte norte del bosque quedó reducida a árboles calcinados, lo que se conoce como el Bosque Baldío.

La sección oriental de la fortaleza, tras resistir estoicamente la embestida de la lava, quedó parcialmente sepultada.

Tras la violenta sacudida del volcán, los planes del Dragón Negro no surtieron efecto ya que su vástago no llegó a reinar. Un dragón blanco, Kavaladurum, no tuvo dificultad en eliminar a las crías de dragón de la los balcones de la Torre de Obsidiana, y se estableció allí.

La llegada de Batùlg Gragbadûr

Las generaciones orcas de la Tercera Era gozaban de un poderío militar mucho menor que el de sus antecesoras. Numerosas técnicas de batalla cayeron en el olvido.

Un grupo muy reducido de orcos, liderados por Batùlg Gragbadûr, viajó hacia las montañas de la Cordillera de Bûrzum para entrar en comunión con los ancestros orcos que antaño habitaron en ellas. Lo que aconteció durante sus años de peregrinaje se desconoce, pero lo que sí se conoce es el resultado: con su regreso se recuperaron técnicas ya olvidades como la del manejo de las hachas dobles, y especialmente la mortífera técnica del golpeo.

El Asedio de Golthur

Artículo principal: Asedio de Golthur

La visita a la Cordillera de Bûrzum de Batùlg Gragbadûr y su séquito despertó a unas criaturas que allí moraban, conocidas como Zagdulug. Comandadas por un liche, Lord Grimfang, sometieron a la fortaleza a un asedio que derivó en su conquista y en la instauración de un nuevo régimen a manos del liche.

La caída de Lord Grimfang

En el norte, la línea de los dragones negros vio sobresalir Mergandevinasander de Chult, un poderoso Wyrm. Mergandevinasander viajó hasta la Fortaleza Negra para reinstaurar el mandato de los dragones negros. La batalla entre Mergandevinasander y Kavaladurum fue tan épica como cruenta. Lord Grimfang en persona se presentó para acabar con Mergandevinasander, una vez que éste mató a Kavaladurum. Lord Grimfang murió víctima de la devolución de uno de sus propios hechizos, la Poderosa Palabra Muerte.

Cuarta Era

La Cuarta Era comienza tranquila en la fortaleza de Golthur Orod.