Arma Forjadora de Mundos

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El arma forjadora de mundos es un artefacto de gran poder que el dios Oneex creó durante la Primera Era para crear Eirea tal y como la conocemos.

Las crónicas dicen que es un martillo, si bien otros escritos hablan de una espada. Erróneamente se habla de un arma, cuando realmente se trata de una herramienta, sin embargo el basto poder que alberga puede ser usado con fines destructivos.

Usar de este artefacto es increíblemente difícil y solo un forjador de mundos tendría las cualidades necesarias para blandirlo. A lo largo de la historia solo Rutseg y Oneex han usado el artefacto.

Cuando Oneex fue exiliado en la Primera Era, el artefacto fue rescatado por Gedeón, quien se la entregó a Rutseg llegado el momento.

Finalmente, cuando Rutseg abandonó Eirea, Gedeón medió para que todos los dioses acordasen romper el artefacto en varias piezas que serían desperdigadas por Eirea de forma que solo la tumba de Osucaru, que era supuestamente inexpugnable incluso para dioses, guardaría el secreto sobre la ubicación de los fragmentos.

En la Cuarta Era, Khaol consiguió reunir los fragmentos del arma de forma todavía no conocida y entregó uno a Seldar, otro a Eralie y otro a Gedeón, guardándose un cuarto fragmento para si mismo.

El por qué hizo esto es algo que, a día de hoy, aún es desconocido.