Abismo

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El Abismo es un entramado de construcciones semejantes a las cuevas del Primer Plano Material, que se expanden y se retuercen hasta el infinito. En su mayor parte se podría comparar con el Infierno de Golthur Orod, con la salvedad de que estas cuevas son de una altura y tamaño inconmesurable, lo que hace que la poca luz que hay se disperse en el espacio.

Información Relevante

El plano del Abismo ocupa uno de los últimos peldaños del Samsâra, que no el último, cuyo nombre no será revelado todavía. Dentro de su zona de existencia en el Samsâra, rodea y protege a otros tres subplanos. Un subplano es, como su nombre indica, un plano de existencia embebido dentro de otro que hay que franquear para poder llegar a él. Normalmente, se puede conseguir muriendo en el plano ancestro, y realizando méritos (o deméritos) suficientes para reencarnarse en el subplano; aunque existe una gran cantidad de criaturas que, bien por su propia naturaleza, o bien gracias al poder de una entidad mayor, son capaces de transportarse a otros planos de existencia (aquí entra en juego el famoso Cordón de Plata).

La naturaleza del Abismo es la maldad y el castigo. Su composición es enteramente subterránea: no hay nada que pueda ser calificado como "superficie", ni "cielo", ni "planetas". El Abismo es un entramado de construcciones semejantes a las cuevas del Primer Plano Material, que se expanden y se retuercen hasta el infinito. Se podría comparar con el Infierno de Golthur Orod, con la salvedad de que estas cuevas son de una altura y tamaño inconmesurable, lo que hace que la poca luz que hay se disperse en el espacio. A partir de varios metros de altura, sólo hay oscuridad. En el suelo, la única luz que existe es la que procede de los eternos e incontables rios y lagos de magma ardiente, cuya tonalidad es más anaranjada que la del Primer Plano Material. Lo demás es tierra y roca muerta, de un color grisáceo que roza la negrura, mate y sin brillo alguno.

No hay flora alguna en el Plano del Abismo. Fauna, la hay. Muchos compedios se podrían encontrar sobre los diversos tipos de demonios que habitan en el Abismo. Cabe recordar que la raza de demonios que más abunda es la de los Tanar'ri.

El tiempo transcurre de forma más lenta que en el Primer Plano Material. Un día de éste se corresponde con varios lustros de aquél, aunque depende de la fuerza de voluntad y la capacidad de afrontar el dolor y el sufrimiento que tenga quien está siendo torturado.

La forma de vida de estas criaturas es sencilla, y, por ende, muy monótona. De hecho, la única tarea que hay es la de azotar y torturar a los seres de otros planos que han sido condenados a pasar en el Abismo parte de la eternidad. Casi siempre hay víctimas que encontrar vagando por los infinitos entramados de piedra; y no, nunca ha habido ademán de organización entre ellas para hacer frente a los demonios, pues aquí no gozan de poder alguno. Viven con una continua sensación semejante a la de la debilidad y el sueño, y carecen de prácticamente toda fuerza de voluntad.

Subplanos del Abismo

El Primer Subplano Abismal, o Plano de la Llanura

Su naturaleza es la de una llanura infinita. El espacio está, si lo tomásemos como una esfera infinita, cortado en dos semiesferas simétricas. Una es de tierra muerta, de color rojizo, de una dureza considerable. La otra, de una viciada atmósfera rojiza, en la que de vez en cuando flota alguna nube grisáceo-negruzca, cargada de lo que en el Primer Plano Material podría denominarse "lluvia ácida". No hay fauna ni flora en este plano. El paso del tiempo es equivalente al del plano ancestro. No es posible morir. Las criaturas que aquí existen permanecerán encerradas por toda la eternidad. Se trata, así pues, de un plano-prisión. Dioses, semidioses, y otras entidades de cierto rango, han sido aquí confinadas en diversos momentos de la historia del Samsâra. Aunque, lógicamente, privadas del poder que les permitiría abandonar este, por otra parte, nefasto y aburrido lugar.

El Segundo Subplano Abismal, o Plano de los Suicidas

Su naturaleza es parecida a la del primer subplano. Posee las mismas características, exceptuando la carencia del sentido de la vista. No hay visión, tal y como se conoce en el Primer Plano Material. Las criaturas que aquí existen están condenadas a morir horriblemente a diario. Renacen al día siguiente para volver a morir. Así, hasta el Fin de los Días. La visión de una enorme llanura rojiza llena de criaturas estáticas, colocadas de forma perfecta, esperando para morir, es aterradora.

El Tercer Subplano Abismal, o Pyrethia

La naturaleza de Pyrethia es el fuego purificador. Es el plano de mayor horror para las criaturas inmersas en el Abismo, pero es el único que garantiza una salida honrada de tal -aunque muchas criaturas salen por obra de entidades de mayor poder-. Es un plano que carece de soporte físico alguno; un enorme vacío material donde sólo hay fuego, y todas las criaturas flotan, apretadas unas contra otras, agonizando de claustrofobia, y ardiendo durante toda la eternidad. No hay forma de morir en este plano, pues su propósito es hacer sufrir a quienes existen en él. El Todo decide cuándo una criatura es merecedora de abandonarlo. Algunos demonios del plano ancestro (dicho sea de paso: el plano ancestro de un subplano es el plano en el que éste está contenido; en este caso, el Abismal) deciden pasar aquí su existencia, pues gozan del fuego más que nada. Y combinan esa satisfacción con la de poder castigar a todas las criaturas que se encuentran a su alrededor. Y, a diferencia del plano ancestro, aquí no hay que moverse mucho para poder encontrarlas.


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