Paladín de Seldar

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Los Paladines de Seldar son temidos por su eterno fervor a Seldar. Dios del mal que le concede todos los poderes que estos gozan.

Paladín de Seldar
Tipo Caballero
Atributo principal Carisma
Progresiones BO: Alta
BE: Normal
BP: Extraordinaria
Esquiva crítica -
Parada crítica -
Vida por nivel -
Energía por nivel -
Penalizador de XP -
Habilidades Centrar (1)
Juzgar (1)
Rezar (1)
Comandar (5)
Cargar (6)
Drenaje (10)
Loa (15)
Avasallar (20)


Descripción

Los Paladines de Seldar son los caballeros consagrados al Dios del Mal. Son seguidores a rajatabla de su catecismo y de cada uno de sus mandatos y se muestran altamente intolerantes y opresivos con aquellos hermanos suyos de religión que no comparten su fanatismo.

También son conocidos como Antipaladines, pues son los elegidos por su oscuro señor para derrotar a todos y cada uno de los heraldos que los dioses benignos -en especial su archienemigo Eralie (el dios del bien)- pongan en su camino por la dominación mundial.

Con un menester sagrado tan importante a sus espaldas, los caballeros han sido dotados por su señor de impresionantes poderes. Los Antipaladines son necromantes adeptos, están perfectamente capacitados para crear o extirpar enfermedades y son capaces de utilizar con buena disposición los hechizos de castigo que su dios promulga.

Son arrogantes, engreídos y prepotentes, puesto que saben que son los campeones de Seldar y que el día de mañana le entregarán la victoria a su señor. Por esto, se comportan con altiveza y suelen pisotear a todo aquel que se interpone en su camino. En combate individual, gustan de quebrantar la fe y moral de sus enemigos antes de darles el golpe de gracia, haciendo que se vayan al infierno con la certeza de que estaban adorando a un dios débil, hecho que a Seldar parece agradarle de sobremanera.

Todo esto puede dar la impresión de que son rivales sucios, ¡pero nada más lejos de lo contrario! se consideran el máximo exponente del honor y los seguidores más devotos del código de virtudes del caballero. De hecho, consideran que el resto de caballeros -especialmente los de alineamiento benigno- hace caso omiso de sus doctrinas. Eso sí: una vez todas las formalidades y el protocolo de un duelo individual hayan terminado, su rival puede darse por muerto.

Esferas

Hechizos

La siguiente tabla muestra los hechizos con los que favorece el dios Seldar a sus fieles paladines.

Hechizo Esfera Nivel Requerido
resistir bien Mal 6
causar heridas ligeras Dañadora 6
rayo de energia negativa Mal 6
bendicion 8
luz Total 8
oscuridad Total 8
resistir frio 8
resistir fuego 8
examinar muerte 8
garras de necrofago 8

Código de caballería del Paladín de Seldar

Su señor y el código de caballería les obliga a cumplir ciertas virtudes. Si en algún momento caen en desgracia y fallan a alguna de ellas, cualquier dios o tribunal del honor está en derecho de despojarle de hasta 3 de sus puntos de honor en función de la gravedad de su falta. Cualquier antipaladín condenado tiene derecho a un juicio justo y, en casos extremos, a disponer sus problemas al consejo de inmortales via mudmail (mail consejo). Los antipaladines están obligados a gozar de las siguientes virtudes:

Valor
La cobardía es un signo de debilidad y Seldar castiga a los débiles. Bajo ningún concepto está
permitido que un Antipaladin sienta miedo, considerándose una falta al código el hecho de que lo
manifieste abiertamente o rehuse uno de sus deberes por falta de arrojo.


Crueldad
La crueldad es una de las bendiciones de Seldar para fortalecer a sus seguidores, haciendo que 
triunfen allí donde los más benévolos fallan. Un Antipaladín ha de ser capaz de perpetrar actos de 
crueldad sin rechistar; ser incapaz de asesinar a condenados o familiares que se hayan salido del 
camino o hacer la vista gorda a faltas leves en sus seguidores son ejemplos de falta de crueldad.


Justicia
Seldar no permite que sus seguidores no sigan a rajatabla sus doctrinas, por lo que cualquiera 
-hasta el propio caballero- ha de doblarse ante la autoridad de las leyes religiosas, locales o 
imperiales por encima incluso de su bienestar personal. Negarse a obedecer la ley religiosa o 
social del lugar en el que se encuentre es una falta grave de esta virtud.


Intolerancia
Los antipaladines no soportarán, bajo ningún concepto, la cercanía de iconos, personas, 
invocaciones, lenguas, hechicerías, monedas, armas, ciudades, armaduras o escudos que no tengan una
relación amistosa con los ideales de su Señor. Practicar idiomas blasfemos, blandir armas enemigas
o mostrar iconos de otras religiones son muestras de falta de intolerancia.


Fe
Un Antipaladín ha de tener fe en Seldar y cumplir con sus menesteres religiosos siendo estos 
considerados como la oración, confesión, donación y protección de los ideales -e instalaciones- de 
su iglesia. Cualquier excepción será considerada como una falta grave del código de caballería.


 Defensa
Un antipaladín ha de velar por la seguridad de cualquier miembro de la iglesia de Seldar, de toda 
tierra Imperial o Seldarita y de todos aquellos que dependan de él. Abandonar a un compañero en 
apuros, faltar a la defensa de una ciudad o ignorar la petición de ayuda de un noble subordinado es
una carencia de esta virtud.


Honor
Todo Antipaladín ha de reconocer las gestas honorables de cualquiera, sea amigo o enemigo y 
aprender de ellas para enriquecerse a nivel personal, demostrando al mundo que el combate de Seldar
es el más honorable. Por ello no puede cometer faltas graves que dañen su reputación: jamás 
cabalgaran monturas indignas, nunca atacarán a objetivos indefensos (recién resucitados, jugadores 
novatos, jugadores caídos, enemigos indefensos) a los que no hayan avisado con cinco minutos de 
antelación, nunca faltarán a su palabra (a amigos o enemigos), aceptarán sin rechistar cualquier 
desafío lanzado por un caballero enemigo cuando las huestes del antipaladin sean superiores a las 
enemigas y combatirán cuerpo a cuerpo sin utilizar armas de proyectiles.


Nobleza
Un antipaladín ha de mantenerse fiel a las virtudes del códice y a sus deberes religiosos, dándose 
cuenta de jamás podrá ser perfecto pero el hecho de esforzarse por hacerlo honorificará su espíritu
y influirá en los que le rodean. Por ello estará obligado a interpretar, por mal que lo haga, 
cuando un caballero enemigo entable con él una conversación en la que interprete a su personaje.


Referencias