Cambios

Estos guerreros son entrenados por el Rey de Kheleb Darin, Hijo de Durin, quien en sus buenos tiempos creó a una guardia de honor altamente entrenada y especializada que causo causó estragos en las grandes reyertas de la 2ª Era. Amigos y enemigos los temían y respetaban por igual. Las canciones que los trovadores dedicaron a los Khazad aún suenan en las tabernas de muchos lugares de Dalaensar y las increíbles cogorzas que algún enano se pillo pilló aún se cantan en esas historias. La ferocidad de los Khazad es inusual, así como su resistencia, robustez y maestría con hachas y mazas. La estatura no es un problema para estos enanos; sus puños son duros como la roca y se dice que su voz, con el tiempo, termina resonando como el granito al romperse. Son soldados de apoyo pesado, salvaguardados para lanzarse en primera línea a la batalla para suprimir cualquier ataque enemigo, ignorando ataques de proyectiles gracias a sus armaduras, hechicería gracias a su resistencia natural, miedo gracias a su elevado sentido del honor y graves heridas gracias a su resistencia inusual -y a los altos litros de alcohol con los que suelen ir a batalla-. Son conocidos por su lealtad al Rey, por su honorable estilo de combate y por ser capaces de derrotar a los mismísimos dioses cuando el campo de batalla es una taberna.