Estatus
Cada jugador tiene un estatus social en cada una de las ciudades de Eirea. Este estatus es una medida de la buena o mala reputación que se tiene en ella y está influida por varios factores. El primero es un factor racial y religioso, por el simple hecho de pertenecer a una raza o a un bando diferente en la ciudad serás visto con desprecio o incluso como un enemigo. A parte el alineamiento también se tiene en cuenta cuando aún no eres conocido en esa ciudad, alguien de alineamiento malvado será mal visto en una ciudad alineada hacia el bien.
Al inicio del juego no serás conocido en ninguna de las ciudades de Eirea, y por tanto tu estatus en ellas será como mucho de plebeyo. A lo largo del juego tus acciones te irán granjeando una fama distinta en cada una de las ciudades, incluso pudiendo llegar a erigirte como un gran héroe.
Si quieres mejorar tu estatus en una ciudad concreta, la forma más fácil de hacerlo es derrotando a enemigos de la ciudad. Por enemigos de la ciudad se entiende aquellos jugadores o personajes que tienen un estatus más bajo que plebeyo, siendo despreciados o incluso enemigos en la ciudad. Ten en cuenta que de este modo tu estatus no puede mejorar por encima de ciudadano. Para llegar a ser noble o incluso héroe, tendrás que superar aventuras especiales o incluso situaciones especiales que a veces ocurren en Eirea y cambian el destino de un reino.
Matar personajes queridos en una ciudad conlleva ser rápidamente odiado en esta, hasta el punto de poder ser exiliado, o incluso declarado enemigo. Cuando tu estatus baja por debajo de despreciado y pasa a exiliado en la ciudadanía a la cual perteneces, eres expulsado automáticamente de dicha ciudad y convertido en un vagabundo.
Para consultar tu estatus puedes usar el comando del MUD estatus.
Criminal
Existe un estatus que no está asociado a ninguna ciudad. Es el estatus criminal. Este es una medida de la reputación que tienes en los bajos fondos, lo conocido que eres entre la mafia. Aquellos acostumbrados a trapichear y dirigir las ciudades o incluso reinos enteros bajo las sombras, son famosos entre los bajos fondos, y su sólo nombre puede decantar una pelea callejera a su favor, o incluso conseguir ser temido por los criminales más terribles.
El estatus criminal se gana haciendo negocios con las cofradías, comprando y vendiendo objetos, y pagando a asesinos para que se deshagan de aquellos que se entrometen en las ambiciones del personaje.