0
ediciones
Cambios
sin resumen de edición
==La Guerra de los Dragones==
Oskuro incita a Lloth a salir de la [[Suboscuridad]], pero esta es reticente a volver a aliarse con Oskuro pues este ya le traicionó una vez. Pese a ello los drows arrastrados por su sed de sangre y el odio hacia todos los seres de la superficie son instigados a atacar por las noches los asentamientos especialmente de elfos dando lugar a las segundas Guerras Drow. Oskuro es consciente del poder de sus enemigos y no quiere enfrentarse cara a cara para controlar Eirea, se hace aliado de Astaroth para que juntando sus huestes puedan arrasar Dalaensar y convence a Oneex para que les apoye. Así entre los tres abren por primera vez un portal a la dimensión de los antiguos dragones y pacta con algunos de ellos para que ayuden a sus huestes a destrozar a humanos, elfos y enanos. De este modo llegan a Eirea los grandes dragones Valcus el negro, Derethnen el verde, Onerian el rojo y Eyner el amatista. De ellos Valcus era el más poderoso y cruel, y Eyner demostró no ser del todo afín a los planes de Oskuro y acabó traicionándolo. Pese a las reticencias de GedeonGedeón, finalmente Gestur, Lummen y Osucaru viajan a la dimensión de los dragones y liberan a aquellos que les juran lealtad. Así fue como llegaron los dragones dorados, de oropel, de bronce, de cobre y argénteos a Eirea.
Las luchas entre los dragones de Astaroth, Oskuro y Oneex y los de Gestur, Lummen y Osucaru provocaron grandes estragos en Eirea. Todos los mortales sufrieron el poder desmesurado de los dragones y se vieron castigados por su aliento y su poderosa magia que les otorgan una gran capacidad de destrucción. Muchos mortales murieron, hasta que ante tal devastación Gestur, Lummen y Osucaru decidieron tomar cartas en el asunto y enfrentarse directamente a Astaroth, Oskuro y Oneex.
Los dragones que sobrevivieron a la contienda se escondieron en su mayoría para no llamar la atención, algunos de ellos entraron en un estado de hibernación y otros se dedicaron a acumular tesoro arremetiendo esporádicamente contra las poblaciones cercanas a sus guaridas.
Lloth aprovecha el momento de debilidad de Paris y Oskuro que se están recuperando y extiende sus influencias en la superficie seduciendo con gemas y otros tesoros a un grupo de enanos, dando así origen a la raza de los duergar. Con ellos y sus fieles drows, la Diosa Araña, arremete una y otra vez contra los seres de la superficie, sembrando el miedo sobre los desprotegidos mortales, que han de enfrentarse solos a su amenaza. Pese a ello Lloth nunca logra hacerse con el control de la superficie ya que el Sol impide continuamente a sus seguidores conquistar los reinos de humanos, elfos, enanos y orcos.